Un juego de apilar ayuda a tu peque a:
- Desarrollar la coordinación mano-ojo (una habilidad indispensable para conseguir destreza manual, la cual se usa para infinidad de actividades del día a día)
- Mejorar la psico-motricidad fina de las manos y los dedos (al manipular las piezas del juego de apilar el niño mejora la precisión y la coordinación de los movimientos, una habilidad imprescindible a la hora de abrochar botones o escribir)
- Descubrir leyes físicas como la gravedad o el equilibrio y experimentar con ellas
- Estimular las funciones cerebrales ejecutivas de organización, planificación y flexibilidad para conseguir apilar hasta llegar a un objetivo (por ejemplo, construir una torre).
- Fomentar el análisis y la capacidad de solución de problemas (el niño tiene que tomar decisiones a través de la observación para conseguir apilar sin que se derrumbe la construcción)
- Entender conceptos básicos, por ejemplo números, formas geométricas, colores, letras… (dependerá del tipo de juego de apilar que elijas)
- Aumentar la atención, la concentración y la resiliencia (para apilar es necesario poner foco, realizar movimientos precisos y estar dispuesto a volver a empezar tantas veces como sea necesario)
- Subir la autoestima (el niño va adquiriendo seguridad en él mismo a medida que ve que es capaz de conseguir los objetivos que se marca, lo que le produce satisfacción personal)
A todos estos puntos, podríamos añadir la imaginación y la creatividad y mencionar que los juegos de apilar también nos dan la oportunidad de enseñar a los peques el sentido del orden.
QUIZÁ ES UNA BUENA IDEA PARA REGALAR ESTA NAVIDAD, ELEMENTOS PARA APILAR, LES ENCANTA
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